"La moda no siempre acomoda"
Es muy común, en cuanto a comunicación comercial se refiere, que las marcas ya sea
de productos o servicios quieran ligar su imagen a un figura reconocida, pública y de
“moda”. Esta elección , si es bien realizada, puede impulsar las ventas del producto de
manera exponencial; pero, ¿Con base en qué, las marcas eligen su imagen?
Siguiendo con la trama del antiguo técnico de la selección nacional de futbol y por qué
no, el drama social que significa la elección del nuevo. Esta situación, que hace, entre
paréntesis, hace que el precio del dólar y demás situaciones que suceden en México
pasen a segundo plano y que es la “cortina de humo, de la cortina de humo”, de todos
los problemas que aquejan al país; nos da un claro ejemplo de cómo una figura pública
se puede convertir en imagen de todo y de nada.
Después de la destitución de Miguel Herrera, como entrenador de la selección
mexicana, y revisando algunas noticias sobre lo que iba a dejar de ganar el personaje
por patrocinios y relación con las marcas; me pareció, doblemente estúpido su actuar
(se embolso 130 millones de pesos y lo que dejó de percibir por los próximos 3 años),
pero también las empresas que hicieron del “Piojo” su imagen, se fueron por la
elección más fácil, popular y a razón de lo acontecido, la menos adecuada.
De acuerdo a un estudio de la firma MediaAnalyzer, el 70% de las personas considera
más atractivo a un producto que tiene como imagen una “celebridad”, y el 37% afirma
que la celebridad influye en la decisión de compra. Por lo tanto, la asociación de la
“figura” con la marca es fundamental.
Desconozco que buscaban Banamex, Ciel, MoviStar o Melox, pero la selección de este
“famoso personaje”, por hacer lo más fácil y popular no les salió como lo esperaban.
Para las marcas, es muy importante elegir de manera adecuada qué “figura”, si en
realidad necesitan una celebridad y qué es lo quieren lograr: un impacto inmediato y
pasajero o una relación a largo plazo, con un figura de peso, que realce la imagen, el
posicionamiento, las virtudes y las ventas de la marca.
El de Buche
El ser incongruente es decir una cosa y hacer, exactamente, lo contrario, también
podríamos llamarlo mentiroso; pero en el caso de lo hacen los partidos políticos en
México no se cómo nombrarlo. El pasado fin de semana tanto PRI como PAN
realizaron los procesos para elegir a su nuevos dirigentes.
En el caso del PRI, está elección de uno, va en contra de los principios de libertad y de
democracia, que debe de tener un partido político, en el caso del PAN la elección fue
tan dispareja que el “delfín” elegido no tuvo problemas en hacerse con el cargo.
Aquí, más que un problema de comunicación e imagen pública, tenemos un problema
de incongruencia y falta de honestidad. Luego porqué, ya no creemos en el sistema
político mexicano.
Mauricio Huerta
El autor de estas líneas se describe como cineasta empedernido, lector con problemas
de tiempo y amante de los deportes. En la vida hay que reír y llorar, porque la
existencia se trata de experiencias
Comentarios: mhuertarueda@gmail.com
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